PURPURA DE TIRO, ( HISTORIA DE LOS TINTES)

Desde el  antiguo Egipto, el purpura es uno de los colores más apreciados y por tanto más caros de la historia; el color purpura se extrae de diversos moluscos, entre el más conocido por nosotros sea la cañailla, de hecho, en la parte del sur de la península y en la parte de las costas catalana se han encontrado restos de moluscos y artilugios utilizados para la tintura textil.

Se calcula que se necesitaban 8.500 ejemplares  de moluscos  para obtener tan solo 1 gramo de tinte, de ahí su alto precio.

Existe una leyenda tan bonita como es el color purpura, y cuenta que cuando el dios Melqart iba paseando por la playa con su amada Nereida de Tiro, envió a su galgo a por un presente que fuera del agrado de ella, cuando el animal volvió traía todo el hocico ensangrentado, pero al acercarse al perro se dieron cuenta que no era sangre, sino que lo que traía el animal entre sus dientes era un molusco y que al apretarlo y mezclarse con su saliva y una vez seco surgió el precioso color purpura -rojizo; la muchacha, Nereida de Tiro, quedó prendada del color y le dijo que se casaría con el si conseguía hacerle un vestido de ese mismo color.

El ingenioso Merqart, recorrió todas las playas del Líbano, logró reunir todos los moluscos necesarios, trituro y dejó las telas en ellos, para teñir el vestido, y … lo consiguió !!!!!! de ahí procede el nombre de purpura de Tiro .

Tenemos que tener en cuenta que en el año 2600 A.C. ya se encuentran restos de los primeros tintes en China, provienen de plantas, invertebrados, minerales, hongos, y líquenes.

Plinio el viejo (naturalista romano), ya nos habla de los tintes empleados por las tribus gálicas, como son el índigo y el glasto.

Tenemos que tener en cuenta que desde la antigua roma, el purpura, se ha asociado al poder, desde las togas a los purpurados de la iglesia más reciente, siempre ha estado asociado el poder y el carísimo precio, solo asequible a unos pocos.

En 1856, Inglaterra, William Henry Perkin, en su intento de sintetizar la quinina, produjo el primer colorante sintético, la mauveina, de color purpura claro.

En 1859, el francés Enmanuel Verguin descubrió la fuchsina como segundo colorante sintético, en este caso el color rojo .