historia de los tintes

Buenos días, hoy empezaremos a desgranar la historia de los pigmentos y tintes desde la antigüedad, empezaremos con el color blanco, aunque ya sabéis que no es tinte como tal y el hombre lo que siempre ha intentado ha sido el blanco mas puro en sus telas utilizando diversas técnicas e ingredientes.

Referente a los pigmentos blancos, decir que los primeros fueron la creta, el caolín, blanco de cascaras y conchas, que se podía encontrar en estado natural en Irán, Esmirna (Izmir) en Turquía y como de los primeros pigmentos realizados por la mano del hombre tenemos el letal y tóxico blanco de plomo.

Es curioso que este pigmento se utilizara por las hetarias (prostitutas) griegas, quien por la noche se aplicaban una mascarilla de blanco de plomo y miel.

Goya utilizó el pigmento en cantidades asombrosas, de hecho el cuadro La Condesa de Chinchón está realizado en blanco de plomo y azul Prusia, dicen que este pintor pagó las consecuencias de trabajar con estos pigmentos, su gran deterioro en 1792, Goya tenía 46 años y su gran sordera era a consecuencia de ellos, pero esto lo veremos más adelante.

Referente a los tejidos, siempre se ha buscado el blanqueo de telas de distintas maneras, para ello se trabajaba con la lana más blanca de oveja, ya los Incas trabajaban las lanas más blancas de especies como llamas, alpacas, guanacos o vicuñas.

En los tiempos donde los productos clorados no existían o no era fácil encontrar, había dos formas que se utilizaban habitualmente:

Secar al prado: que no era otra cosa que tender la ropa húmeda encima de hierba, y esta al hacer la fotosíntesis de las plantas y expulsar el oxígeno hacía la labor blanqueadora; hoy en los lineales de supermercados encontramos una amplia gama de productos con «oxigeno activo».

Otra de las maneras era con ceniza: se cocía la ceniza, y se lavaba con ese agua ( se había convertido en alcalina) toda la ropa que se quería blanquear, este agua se utilizaba también para el menaje del hogar e incluso para el aseo personal, claro eso si, siempre se utilizaba o un agua de río o de lluvia porque si aporta cloro no nos valdría.

espero que os haya gustado, cada semana iremos desgranando más historia y curiosidades de los tintes.